¿Es el coronavirus una alerta “profesional” para las mamás?

Por Ivonne Vargas

Dicen que las cifras no mienten y la realidad obliga, así que el siguiente porcentaje es un reflejo de los desafíos: el empleo vinculado con la maternidad se “castigó” en un 34.8% en la última década en el mundo, de acuerdo con el informe “Un paso decisivo hacia la igualdad de género”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Son las mamás con niños pequeños quienes registran las tasas más bajas de participación en posiciones directivas; de hecho, solamente un 25.1% del personal en estas funciones son mujeres con niños menores de cinco años, señala el documento.

Esta brecha no es nueva, pero al agregar el escenario de la pandemia por el SARS-COV 2 el escenario adquiere otro matiz. Por ejemplo, hoy día hay más mujeres y madres de familia sobre ofertadas en las actividades que han sido profundamente impactadas por el COVD 19, como las ventas. En cambio, están subrepresentadas en las carreras que tienen una mejor salida laboral y salarial, como las ingenierías y la tecnología.

Seguramente habrás escuchado frases tipo: “eso estudian los niños. Las niñas son mejores en comunicación”, “no querrás estudiar esto y estar en un ambiente de hombres”. Como mamá, si tu hija te plantea estudiar una carrera, ¿qué pensarías? ¿Buscarías algún programa de jóvenes embajadoras para que platiquen con otras ingenieras? O bien, ¿prefieres que tu hija tome clases de danza o aprenda a programar? (por cierto, esta última competencia se puede aprender desde los 8 a los 10 años, no hay por qué esperar a la etapa adulta).

Los estereotipos siguen y los números nos dicen que en las carreras STEM –Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas– participa solo un 8% de las mujeres en edad de elegir profesión en el país. Esto, aun cuando la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que para 2030, el 80% de los empleos que actualmente son de mayor demanda desaparecerán y serán reemplazados por estas carreras (cifra sin considerar el impacto por la pandemia).

Qué lecciones no deja la pandemia como mamás

Debido a mi actividad profesional, realizando planes de carrera y de orientación vocacional, converso con mamás que me exponen su interés por reincorporarse al trabajo cuando sus hijos entran a primaria, por ejemplo. Esto no es una generalidad, por supuesto, pues son muchas las mujeres que alternan maternidad con trabajo.

También platico con mujeres que han perdido su trabajo y recurren a iniciar un negocio o al trabajo por proyectos para que el recurso económico no se detenga. Cual sea el caso, mi recomendación para ellas se basa en tres pilares:

  • Cuidar la redacción de su currículum.
  • Retomar una evaluación de sus competencias profesionales para exponerlas al reclutador y conseguir una entrevista poderosa.
  • Fortalecer todo el tiempo la red de contactos.

Junto con ello, les sugiero que evalúen sus fortalezas y competencias para descubrir qué atributos diferentes pueden ofertar en una página para proyectos, ya sea como freelance, en una entrevista e, incluso, en un emprendimiento. Siempre es útil saber qué nos distingue y cuáles son nuestras amenazas.

Si es tu caso, un repaso del análisis FODA o Swot (por sus siglas en inglés) es muy útil, ya que es una evaluación de los aspectos o perspectiva interna –fortalezas y debilidades, como profesional y como mamá– y de factores externos, como oportunidades y riesgos. Toma nota:

Fortalezas

Son las características distintivas propias y de una empresa e incluye aspectos como:

  • Mi marca profesional, asociada a un conjunto de valores que se viven en casa, con colegas y se transmiten a clientes.
  • Enfocarse en un nuevo modo de hacer las cosas. Pon tu vida laboral en términos de calidad y rigor, así como innovación, ética, honestidad y humildad.
  • Un estilo de trabajo que integra valores orientados al esfuerzo y la superación personal, pero también al disfrute y la diversión.
  • Elige ejemplos sobre qué te impulsa a ser positiva, flexible, confiable, comprometida y todo el tiempo aprendiendo (no se valen frases como: “tiene años que no hago nada laboral).

Oportunidades

Se refiere a factores que podemos explotar a nuestro favor. Aquí algunos ejemplos que pueden buscarse y explorarse:

  • No siempre se puede competir en años de ejercicio profesional o disposición horaria y para viajar (bueno, esto hasta antes de la pandemia). La diferencia y oportunidad continua está en poner el foco en tu disciplina, autoaprendizaje, capitalizar lo que ves en casa –en la formación de tus hijos– con las experiencias vividas en el lugar de trabajo.
  • Si tienes un know how comprobado, porque no te has dejado de preparar por años, muéstralo en el currículum y en las entrevistas con detalles sobre la industria en la cual te desempeñas, así como el valor que agregarías con tu experiencia en casa.

Debilidades

Son aquellos factores que nos provocan una posición desfavorable frente a la competencia. Ejemplos:Incapacidad para ver la competencia y no prepararse de la manera indicada.

  • Culpar a las organizaciones por no contar con la competencia requerida (siempre es bueno informarse de qué habilidades nuevas requiere una posición).
  • No saber negociar salarios, desconociendo qué tabuladores aplican a ti por experiencia, habilidades, industria, etcétera.

Amenazas

Situaciones que provienen del entorno y que pueden llegar a atentar contra la permanencia de en un trabajo, aspecto especialmente importante en el escenario que vivimos:

  • Poca o ninguna actualización.
  • Nulo fortalecimiento de tus redes de contacto.
  • Desconexión con el mercado profesional y no saber cómo referir ello a reclutadores.
  • Currículos o carta presentación sin actualización.
  • Dejar a un lado la marca propia.

Estos son algunos ejemplos de las preguntas que puedas plantear al hacer tu análisis. Esto te arrojará información valiosa para incorporar a tu currículum y a las entrevistas en línea o presenciales, además de mostrarte datos sobre aspectos en los que debes profundizar.

Borra de tu mente que el mercado es injusto y que no hay oportunidades, ¡las hay! Pero, si acaso, solo el 40% de las vacantes son cubiertas con el perfil que realmente hace match con lo requerido por el puesto, tanto en trayectoria como en la posibilidad de que la persona se adapte realmente a la cultura del lugar de trabajo. ¿En qué punto profesional te encuentras tú ahora?

*Ivonne Vargas es autora del libro “Contrátame”, periodista y conferencista con experiencia en investigación sobre Capital Humano, educación y carrera. Ganadora en dos ocasiones del Premio de Periodismo en Recursos Humanos que otorga la bolsa de empleo OCCMundial.