Descubre el mundo de tus hijos e hijas a través del método mosaico

Por Nayeli Rueda

En casa, ¿tus hijas o hijos pequeños toman decisiones? ¿Dejas que ellos elijan qué vestir o qué quieren hacer primero dentro de su lista de actividades diarias? ¿Les preguntas qué les gustaría comer o qué música les gustaría escuchar?

Solo uno de cada dos niñas y niños menores de 12 años se sienten escuchados “siempre” en sus casas y escuelas, mientras que los demás consideran que solamente en “algunas ocasiones” o “nunca” sus opiniones son escuchadas o tomadas en cuenta, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS).  

Sin embargo, las niñas y los niños deben ser escuchados en su vida diaria con el fin de conocer sus experiencias y ver su protagonismo como “expertos y ciudadanos activos en su realidad”, explica la doctora Heidi Fritz Macías, académica de la Universidad Iberoamericana (UIA).

La investigadora promueve que los infantes se vuelvan ‘coinvestigadores’ en los temas que les conciernen a ellos mismos a través del método mosaico, el cual consiste en emplear diversas estrategias para escuchar su voz y lo que viven a diario. 

Aunque este método es empleado por adultos que hacen investigación educativa, los padres de familia y cuidadores pueden usarlo en sus ámbitos de convivencia para permitir que los infantes logren comunicarse y expresar lo que sienten y piensan, pues es más fácil preguntarles directamente qué les interesa, qué les gusta y qué quieren aprender, en vez de estar tratando de identificar o interpretar nosotros como adultos, explica la académica..

Descubrir el mundo de los pequeños

Ver el mundo de las niñas y los niños es un proceso que implica adentrarnos a su realidad a través de sus ojos y su voz. La especialista señala que los pequeños son capaces de hablar de lo que les rodea si se les pregunta y toma en cuenta.

Por medio del enfoque mosaico, que implica generar conversaciones con los infantes y utilizar herramientas como fotografías, videos, dibujos, sociogramas, esquemas, mapas y recorridos a los lugares de interés de los propios pequeños, es como los padres conoceremos el mundo infantil. 

En la investigación El proceso de amistad y la cultura de pares en el preescolar. Un estudio de caso donde los niños son coinvestigadores, de la cual es autora Fritz Macías, encontró, de viva voz, que en la construcción de la amistad, por ejemplo, los pequeños consideran seis elementos básicos: autenticidad, iniciativa, cooperación, diversión, complicidad y afectividad; los cuales deben darse en un contexto de confianza, respeto, empatía y resolución de problemas.

Los beneficios 

En la actualidad, de acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), la toma decisiones en diferentes ámbitos donde conviven niños y adultos, “aún están basadas en relaciones verticales que utilizan la sumisión y la obediencia como elementos de imposición, donde las personas adultas dicen lo que se tiene que hacer, y niñas, niños y adolescentes tienen que obedecer sin permitir el consenso”.

Para Fritz Macías, doctora en Educación, que los pequeños tengan protagonismo en sus propias vidas y participen con propuestas desde la infancia les otorgará muchos beneficios, entre los principales:

  • Sentirse escuchados, queridos e importantes.
  • Involucrarse en las situaciones cotidianas que los impactan.
  • Formarse como personas situadas en su realidad, críticas y proactivas.

Si se les permite, niñas y niños son capaces de construir cultura y tener su propia cultura infantil. Para ello, los adultos necesitamos reconocer lo que están haciendo, dejar que un pequeño comprenda lo que pasa a su alrededor, interactúe y transforme el mundo que habita.

Cómo hacer que participen 

Para que niños y niñas participen de forma activa en la casa, la escuela y en la comunidad, SIPINNA da lo siguientes consejos:

  • Permite que tomen decisiones y asuman responsabilidades de forma gradual, mientras van creciendo. Deja que elijan la ropa que usan, los alimentos que consumen en la familia, los lugares que son seguros para jugar o los quehaceres del hogar.
  • No impongas a tu hijo o hija aprender a tocar un instrumento o tomar clases de idiomas, siempre será preferible que se sientan motivados de hacer lo que ellos quieren y lo que les gusta. 

Recuerda que niñas y niños tienen derecho a participar para construir acuerdos y reglas que les ofrezcan bienestar y tranquilidad.