Las tías que todas las mamás quisieran para sus pequeños

Por Nico Barya

Si hay personas cercanas a la familia, esas son las tías: hermanas, primas o incluso amigas de la mamá o papá que son como parte de la familia y ven crecer a los sobrinos y sobrinas. Los niños les pueden tener tanto cariño que las experiencias que comparten juntos dejan recuerdos por siempre.

Kate del Castillo, en su cuenta de Instagram, manifestó el aprecio que tiene por su tía Beiba, quien le presentó a Mafalda de Kino.

Las relaciones con las tías pueden ser menos tensas que con mamá o papá, ya que estos últimos también se encargan de las obligaciones y deberes. En cambio, con las tías, el ambiente puede ser un poco más relajado, pero las relaciones que estrechan con ellas, son igual de impactantes en el desarrollo psicoafectivo de los niños y niñas.

Las tías son parte de la familia, el primer lugar de socialización de los menores y en el que es importante construir relaciones sanas, que propicien bienestar emocional. Para Inmujeres, las redes de apoyo familiar además son “una fuente de recursos materiales, afectivos, psicológicos y de servicios, que pueden ponerse en movimiento para hacer frente a diversas situaciones de riesgo que se presenten en los hogares”, lo cual resalta el papel de estos personajes en la vida de los pequeños, y más esta época de pandemia, donde las relaciones afectivas son un pilar para la estabilidad emocional.

Y, aunque en la actualidad cada vez más mujeres deciden no tener hijos, esto no las aleja del cariño que puedan tener por niños y niñas, al contrario. Ahora, muchas de estas mujeres son parte de una gran comunidad llamada Professional Aunt With No Kids (PANK) –nombre creado en el 2008 por la mercadóloga candiense Melanie Notkink– que tiene presencia en Estados Unidos, España e Italia.

A continuación, algunas mujeres solteras y sin hijos, tías que se han dedicado a cuidar de la niñez, no solo en México, sino también en el mundo:

1. Eglantyne Jebb

La activista social británica es una de las fundadoras de Save the Children, una de las organizaciones de desarrollo de la niñez más importantes del mundo y que tiene más de 100 años de vida.

Su amor por los niños nació desde que era maestra y empezó a dar clases a estudiantes de primaria, pero quería hacer algo más por ellos. La labor de esta mujer desembocó en la promulgación de los “Derechos del Niño” por parte de Naciones Unidas en 1959.

Dorothy, hermana de Eglantyne, con la que cofundó la institución, le puso a una de sus hijas su nombre, en honor al cariño que le profesaba.

2. Lydia Cacho

Esta activista lleva muchos años luchando por la niñez mexicana. A través del periodismo le ha dado voz a cientos de pequeñas víctimas de abusos sexuales y ha puesto de manifiesto la violencia que viven los menores el país. En 2003, su trabajo reveló una red de corrupción y explotación infantil en Cancún, Quintana Roo.

Pese a la impunidad, la activista continúa su trabajo por niños y niñas y actualmente es embajadora de la iniciativa #SpotlightMX, de la Unión Europea y la Organización de Naciones Unidas, (ONU), que busca proteger los derechos de las mujeres y niñas en todo el mundo y frenar la violencia.

Además, Cacho ha escrito libros como Con mis hijos no y En busca de Kayla, este último dirigido al público infantil, para que los pequeños conozcan la importancia de cuidar su seguridad en línea.

3. Oprah Winfrey

La animadora más célebre de la televisión estadounidense inauguró en 2007 una escuela para niñas de escasos recursos en Sudáfrica, en la que invirtió cerca de 40 millones de dólares, según revelaron diversos medios. El ex presidente Mandela estuvo presente en la apertura de la “Academia de Liderazgo Oprah Winfrey para Niñas”, ubicada en la pequeña población de Henley-on-Klip, al sur de Johannesburgo.

En una primera etapa, la escuela recibió 152 niñas, aunque actualmente ha duplicado el número. La filántropa declaró en la inauguración que “No he tenido hijos, nunca he pensado que tendría hijos. Ahora tengo 152 hijas”.

Las tías son una figura cercana en la vida de los niños y niñas. Propiciar vínculos sanos con ellas, a través de la comunicación y el respeto, significará que los pequeños cuentan siempre con un hombro más donde apoyarse y un vínculo sano que les permita crecer emocionalmente.