La licencia de maternidad no son vacaciones

Hay personas, jefes y empresas que piensan que la licencia de maternidad y paternidad son unas vacaciones pagadas. Tienen la falsa creencia de que en ese periodo sus trabajadores se la pasan descansando o que cuidar un bebé no es propiamente un trabajo sino una actividad que puedes ir haciendo “por ratitos”, como algo que no requiere mucha atención.

La realidad es que, tal como lo explica la periodista Anna Whitehouse, fundadora de Mother Pukka, en una reflexión pública a través de su cuenta de Linkedin, durante la baja por el nacimiento de un bebé es cuando las madres y los padres asumen la labor más difícil e importante: cuidar de una nueva vida.

Licencia de maternidad y paternidad, un tiempo para estar con tu bebé.

Al permiso que por ley se les concede a los padres cuando tienen un bebé se le conoce como licencia por maternidad o paternidad. 

Se trata de un periodo que en el caso de las mujeres mexicanas es de 84 días, hasta cuatro semanas del periodo prenatal y postnatal y, en el caso de los hombres, de cinco días. 

Durante este tiempo la mamá o papá podrán ausentarse del trabajo con goce de sueldo íntegro. Lamentablemente todavía hay muchos que creen que estos días son de descanso, sin tener en cuenta lo difícil que es cuidar a un bebé que depende totalmente de sus padres. 

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No son “vacaciones” ni un buen “descanso”.

Anna Whitehouse escribió: “Un recordatorio para las empresas: la licencia de maternidad/paternidad no es un ‘día festivo’. No es ‘un buen descanso’ y no es tiempo libre. Es un coctel embriagador de anticipación, expectativa, llegada y supervivencia. Es desnudarte a ti mismo a un estado primitivo y navegar desnudo por conductos de leche bloqueados, pezones rojos, sábanas ensangrentadas, mentes rotas, persianas oscuras buscando en Google de forma maníaca. Como mamá o papá eres necesario”.

Cuidar un bebé es mucho más que un trabajo de tiempo completo, es una labor que requiere que todos tus sentidos se concentren en adaptarse a la nueva y difícil rutina, es cansancio físico y emocional, es alegría, pero también un vaivén de dudas y emociones. 

“Cada segundo se necesita, (si no en persona, en mente) es un trabajo. Sin días de enfermedad. Sin remuneración justa. Es la posición más privilegiada del mundo pero se necesita valor, tripas (muchas veces sin gloria), tetas y cualquier otra extremidad que puedas poner a trabajar. Es la felicidad más pura. Es el más marcado de los contrastes”.

En el caso de las mujeres, la mezcla de hormonas y el desgaste del cuerpo es inmenso. Nadie te prepara para cuidar de un bebé con el dolor de un parto o una cirugía mayor como lo es una cesárea. 

“Es ir cojeando al parque después del nacimiento, subido de oxitocina; regresando a casa, desplomándose en posición fetal, sucumbiendo a un bajón postnatal. Es la vida en su forma más pura, más fea y más asombrosamente hermosa. Es elevarte más alto, por encima de tu hambre, por encima de tu agotamiento, por encima de tus necesidades. Es criar a la próxima generación  #flexappeal #maternitydiscrimination #challengethestatusquo”.

Papá también requiere estar las primeras semanas con su bebé. Foto: Shutterstock

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Acabemos con los comentarios discriminatorios

Ya sea por ignorancia o porque simplemente son discriminatorios y mal intencionados, lo cierto es que existe una gran falta de sensibilidad a la importante tarea de traer una nueva vida al mundo. 

Convertirse en madre y padre es una experiencia única y maravillosa pero que está llena de nuevos retos que todos los días nos ponen a prueba. ¿Acaso no entienden esos patrones y empleadores que la crianza debe ser prioridad? ¿No les queda claro que los niños que eduquemos ahora, serán los adultos del mañana?

Ojalá algún día nos quede claro a todos, no solo a quienes creen erróneamente que la licencia de maternidad y paternidad son vacaciones sino a los gobiernos que “regatean” los días que tienen los padres para esa labor. 

Como dato, en Suecia la licencia de maternidad es de 480 días y la de paternidad también es de 480 días. No todos los países europeos tienen una cultura de crianza tan avanzada, pero sin duda estamos muy rezagados. En América Latina, Venezuela tiene las licencias más largas para mamá (182 días) y para papá (14); le sigue Chile (126 días para mamá y cinco para papá).

En México se han presentado iniciativas para aumentar de 84 a 98 la licencia de maternidad y de cinco a 15 días la de paternidad, pero aún así es insuficiente. Recordemos que nuestro país está dentro del convenio 183 de protección y reconocimiento de la maternidad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en diversas ocasiones la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha emitido recomendaciones a los países, no solo para aumentar las licencias de maternidad sino para tener en cuenta en los trabajos políticas inclusivas y amigables con los cuidadores de niños. 

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