Esto hay que hacer si los testículos del bebé no han descendido

Por Nayeli Rueda

Cuando nace un bebé varón, parte de su revisión implica auscultar sus genitales para confirmar que los testículos hayan descendido hacia el escroto. Si no fuera así, debes estar al pendiente de que esto suceda entre los primeros tres o seis meses de vida.

Antes de nacer, los testículos de un bebé ya están formados y han bajado por el canal inguinal hacia el saco escrotal. Cuando estas glándulas no descienden dentro del vientre materno es necesario que tu hijo sea valorado por el pediatra y tenga un seguimiento médico. 

Por lo general, esto puede suceder de forma natural antes de los seis meses de edad. Si después de este tiempo uno o ambos testículos del niño no están dentro del escroto se considera criptorquidia y deberás consultar a tu pediatra.

Se calcula que un 75 por ciento de los testículos no descendidos en recién nacidos a término y un 95 por ciento en los casos de prematuros, descenderán espontáneamente.

Asociación Española de Pediatría

Para la doctora Jessica A. Sánchez Alejo, especialista en cirugía pediátrica, si los testículos de un bebé no descienden o no son palpables en una exploración física después del tiempo límite, es importante que el bebé sea valorado antes de los dos años de edad, debido a que “el retraso en el diagnóstico y tratamiento puede condicionar a secuelas en la fertilidad y mayor riesgo de sufrir una torsión testicular o bien, estar predispuesto a cáncer”.

¿Qué tan frecuente es la criptorquidia?

Este padecimiento es común y muy frecuente en bebés prematuros, debido a que durante las últimas semanas del embarazo ocurre el descenso testicular a la bolsa escrotal. “Al ser interrumpido el desarrollo, los bebés nacen con los testículos sin descender”, señala Sánchez Alejo, quien realizó el curso de posgrado de Alta Especialidad en Medicina, “Cirugía del Recién Nacido”, en el Instituto Nacional de Perinatología.

Entre las causas de la criptorquidia se encuentran diversos factores: 

  • Anatómicos, por ejemplo, la hernia inguinal.
  • Hormonales, es decir, déficit de hormona antimülleriana, o bien, de gonadotrofina coriónica HCG, entre otras. 
  • Genéticos, algunas alteraciones cromosómicas o estructurales del cromosoma Y.

La criptorquidia se presenta, en promedio, en tres por ciento de los nacidos que llegan a término, con un embarazo de 40 semanas. Y en los bebés prematuros se incrementa su incidencia hasta en 30 por ciento.

Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Para la pediatra militar Sánchez Alejo, esta afección es más común en el testículo del lado derecho, ya que se presenta en más de la mitad de los casos, seguida por la bilateral y finalmente por la gónada izquierda, “y en ocasiones puede estar asociado a una hernia inguinal del mismo lado”.

Así se diagnostica

La exploración física es suficiente para diagnosticar a un bebé con criptorquidia. Un especialista puede palpar el escroto para corroborar la presencia o ausencia de los testículos. También “existen estudios complementarios, como el ultrasonido, que apoyan el diagnóstico y facilitan la asesoría médica; no emite ningún tipo de radiación y es de mucha utilidad en el caso de los testículos que no son palpables”, señala la también cirujana.

Se recomienda que la palpación sea hecha por especialistas cuando el niño esté relajado, acostado y boca arriba con sus piernas en semiflexión o totalmente flexionadas.

Es muy importante hacer la exploración en el bebé, al nacimiento o al mes de nacido, y revisar los testículos a los 15 días, seis meses, 12 meses y dos años de edad.

Valoración y tratamiento

El tratamiento quirúrgico, denominado orquiopexia, es la primera opción para bajar los testículos a su lugar. Se trata de “una cirugía que puede ser de mínima invasión o abierta, es un procedimiento relativamente breve, y por lo general, ambulatorio”, explica la especialista. Hoy en día, el tratamiento hormonal ya no se recomienda. 

Antes de pensar en tratamiento quirúrgico, es importante la valoración y opinión de personal médico especializado, concluye Sánchez Alejo.